"....Tengo tatuado en la muñeca izquierda el año en que murió mi Popo: 2005. En febrero supimos que estaba enfermo, en agosto lo despedimos, en septiembre cumplí dieciséis y mi familia se deshizo en migajas"
Lo he devorado sin descanso. De nuevo no deja de sorprenderme e impresionarme. Se ha acercado a la problemática de la juventud de hoy en día, con sus miedos, sus peligros y la mejor manera de seguir adelante. Remar, remar. Y he descubierto una preciosa isla al sur de Chile.
En fin, muy recomendable.