En agosto de 1974, amanece New York con la figura minúscula de un funambulista en equilibrio sobre un cable tendido entre las Torres Gemelas, a cientos de metros de altura. El arranque de la historia es real, esto realmente ocurrió hace ya casi 37 años.
A partir de ahí, la historia narra las vidas cotidianas de varias personas que contemplan absortas desde las calles este acontecimiento. Vidas que el destino hace que se crucen y tengan muchas cosas en común.
Está bien, entretenido. Quizá lo que menos me ha gustado son los argumentos y los aparentes motivos que han llevado a esta persona a realizar semejante proeza y demostrar tanta valentía.
Os lo dejo
